miércoles, 4 de julio de 2012

La arteterapia como curación y prevención


Procesos como el duelo y las alteraciones anímicas o patologías como la depresión y las adicciones pueden encontrar en las líneas, los colores, los materiales y los movimientos un camino para manifestar sus orígenes y permitir que la persona supere los conflictos, como logra la terapia a través de las artes.
"Todo aquello que no se puede expresar con palabras puede encontrar mediante la pintura, la fotografía, la danza, el canto o la escritura una vía que produce alivio", explica la doctora en psicología Graciela Bottini de Barucca, directora de la sede en la Argentina del Instituto de Terapia Basada en las Artes Expresivas Centradas en la Persona (Pceti, según su sigla en inglés).


Y para ello, asegura, no es necesario saber dibujar, bailar, cantar, sacar fotos, esculpir o pintar, sino poder establecer una "conexión creativa" con los problemas y aprender a interpretar el trabajo realizado. ¿Cómo se logra? Con la ayuda de un "facilitador", que es el terapeuta. Su trabajo consiste en producir un ambiente de empatía para que la persona se aproxime a los miedos, la vergüenza, el enojo, la culpa o la violencia, que no puede transmitir mediante el diálogo, a través de los resultados de la actividad artística que prefiera la persona. Da las pautas para comprender el significado de los elementos utilizados y del objeto o expresión construida.

Así, no es lo mismo que una persona elija papel maché o acuarela para trabajar. Tampoco que predomine el color verde, rojo o negro en el resultado final. En arteterapia, la elección de trazos, matices, texturas, movimientos, tonos o textos señala características de procesos internos del paciente. "A veces, la tristeza se pinta con tiza y la rabia se trabaja con la arcilla", resume la especialista.

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