miércoles, 4 de julio de 2012

Pintura meditativa... una forma de arteterapia


El Arteterapia, que comenzó utilizándose como complemento de otras terapias con enfermos hospitalizados, ha ampliado, en la actualidad, su campo de aplicación, a niños con dificultades de integración, a personas con baja auto-estima, ayudando  en la reconstrucción interna y en la auto-aceptación en casos de malos tratos, trastornos de la alimentación, adicciones, etc..  Pero, no solo es útil para personas que estén pasando por un mal momento físico o psicológico, también puede serlo para personas sanas que quieran profundizar en su desarrollo, al emplearse como herramienta de auto-conocimiento y ampliación de la conciencia, ayudando a acceder a las capas más profundas de la psiquis con la liberación de material inconsciente, que posteriormente puede ser contemplado, analizado e incorporado.

Es en esta aplicación del Arteterapia para personas sanas que desean y se pueden permitir el acceso a su inconsciente, en donde la utilización de la pintura meditativa resulta sumamente adecuada.  Existen varias formas de llevarla a cabo,  el Sumi-e y los Mandalas, son las que personalmente prefiero.



El Sumi-e como práctica Zen que es, resulta difícil para muchas personas por su sobriedad –blanco y negro- y por estar basada en la respiración y la repetición del gesto – trazo;  Es austera, potente y dura, como corresponde a la cultura de los samurais que la practicaron; todavía, en Japón, cuando se practica, se asocian movimientos del pincel y del sable.
Más aplicable en nuestra cultura es la pintura de Mandalas, Se ha utilizado en  muchas tradiciones espirituales como instrumento para  inducir estados de trance, para representar las deidades, para simbolizar el lugar del hombre en la creación o las etapas espirituales por las que debía de atravesar. Aparece en pinturas románicas, en rosetones góticos, en el budismo, tantrismo, yoga, mitología egipcia,… Los Mandalas Tibetanos son empleados actualmente como auxiliar visual a la meditación.





El Mandala es la representación simbólica de la totalidad. La totalidad del individuo: físico, mental, emocional y espiritual ; la totalidad del ser : consciente, subconsciente, inconsciente (incluido el inconsciente colectivo para Jung) ; la totalidad del cosmos mas allá del tiempo y del espacio. Utilizado para el auto-conocimiento, funciona como un mapa de la realidad interior que guía y apoya el desarrollo psicológico.


1 comentario:

  1. Me encantan las mandalas, hace años me regalaron un set de 5 ellas para pintarlas y no llegué a usarlo hasta hace poco. Es una pasada. Una forma de evadirse de la realidad durante el tiempo que las elaboras, pero también es tiempo de meditación. De hecho, a medida que las iba realizando, sentía como una paz inmensa en mi interior... ¡Qué cosas!

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