miércoles, 4 de julio de 2012

Una vida de relatos e imágenes


Capítulo 2 de Marín Viadel


Sir Ken Robinson


Espigadores de la cultura visual


El arteterapia en las escuelas



El arte proporciona al sistema educativo herramientas que permiten llevar a cabo una educación integral en la escuela. Estas herramientas nos llevan a realizar tareas tanto de aprendizaje del mundo interno, como del mundo social inmediato del niño. El arte ayuda a desarrollar y valorar las relaciones interpersonales, el bienestar personal, la autoestima, la comunicación, y el auto-conocimiento. Dentro de un marco seguro para la reflexión, dentro de un espacio de escucha y diálogo propicio para la libre expresión, sin juicios ni críticas; es donde se pueden dejar fluir las emociones, asumir responsabilidades, potenciar la creatividad, y convertirnos en seres únicos e irrepetibles. A través del arte aprendemos a respetar y a valorar nuestro trabajo y el de los demás, a hacer frente a situaciones difíciles y momentos críticos, abordándolos a través de la expresión simbólica con el juego artístico. En definitiva, el arte es una ayuda inestimable para que los niños tomen las riendas de sus vidas, se adapten mejor al ambiente, tengan un mayor bienestar personal, de modo que todo ello les permita vivir su vida como propia, valiosa, única e irrepetible.


 El espacio artístico en la escuela es un lugar muy adecuado para el desarrollo de estas aptitudes, y para el entrenamiento de las actitudes que las acompañan. A través de la expresión, de la experimentación, del disfrute y del aprendizaje con el arte, se puede conseguir que los objetivos de la educación se trasmitan y se integren de un modo natural en el propio proceso de crecimiento. Utilizaremos el arte para adquirir conocimientos de un modo alternativo, la historia, el cálculo, la comunicación, y las ciencias sociales pueden por ejemplo estudiarse a partir del arte. A su vez entrenaremos todos los prerrequisitos cognitivos y los diferentes tipos de inteligencia. A partir del arte podemos conseguir un mayor conocimiento sobre uno mismo, y también una buena gestión emocional. La comunicación, la adaptación, la resolución de conflictos, el autocontrol, la autoestima y la empatía son aspectos todos ellos a los que podemos llegar fácilmente a partir de las diferentes disciplinas artísticas.






Arteterapia y creatividad

"Para vivir una vida creativa, debemos aprender a perder el miedo a equivocarnos.” 
Joseph Chilton Pearce



Pintura meditativa... una forma de arteterapia


El Arteterapia, que comenzó utilizándose como complemento de otras terapias con enfermos hospitalizados, ha ampliado, en la actualidad, su campo de aplicación, a niños con dificultades de integración, a personas con baja auto-estima, ayudando  en la reconstrucción interna y en la auto-aceptación en casos de malos tratos, trastornos de la alimentación, adicciones, etc..  Pero, no solo es útil para personas que estén pasando por un mal momento físico o psicológico, también puede serlo para personas sanas que quieran profundizar en su desarrollo, al emplearse como herramienta de auto-conocimiento y ampliación de la conciencia, ayudando a acceder a las capas más profundas de la psiquis con la liberación de material inconsciente, que posteriormente puede ser contemplado, analizado e incorporado.

Es en esta aplicación del Arteterapia para personas sanas que desean y se pueden permitir el acceso a su inconsciente, en donde la utilización de la pintura meditativa resulta sumamente adecuada.  Existen varias formas de llevarla a cabo,  el Sumi-e y los Mandalas, son las que personalmente prefiero.



El Sumi-e como práctica Zen que es, resulta difícil para muchas personas por su sobriedad –blanco y negro- y por estar basada en la respiración y la repetición del gesto – trazo;  Es austera, potente y dura, como corresponde a la cultura de los samurais que la practicaron; todavía, en Japón, cuando se practica, se asocian movimientos del pincel y del sable.
Más aplicable en nuestra cultura es la pintura de Mandalas, Se ha utilizado en  muchas tradiciones espirituales como instrumento para  inducir estados de trance, para representar las deidades, para simbolizar el lugar del hombre en la creación o las etapas espirituales por las que debía de atravesar. Aparece en pinturas románicas, en rosetones góticos, en el budismo, tantrismo, yoga, mitología egipcia,… Los Mandalas Tibetanos son empleados actualmente como auxiliar visual a la meditación.





El Mandala es la representación simbólica de la totalidad. La totalidad del individuo: físico, mental, emocional y espiritual ; la totalidad del ser : consciente, subconsciente, inconsciente (incluido el inconsciente colectivo para Jung) ; la totalidad del cosmos mas allá del tiempo y del espacio. Utilizado para el auto-conocimiento, funciona como un mapa de la realidad interior que guía y apoya el desarrollo psicológico.